Conoce Las Características De Un Adulto Índigo
Los pequeños de aura azul (índigo) han crecido dando paso al surgimiento de adultos muy singulares, que por puro desconocimiento no consiguen entenderse a sí mismos ni menos amoldarse al sistema.
¿Perteneces a este conjunto?
En las últimas décadas hemos escuchado charlar de los pequeños índigo, cuyos nacimientos aumentaron en número hace más de veinte años.

Conoce Las Características De Un Adulto Índigo
Una suerte de “raza” cuya misión es pelear contra el sistema establecido.
“Se les llama índigo por el hecho de que su aura contiene un sinnúmero de color azul índigo, el tono de la intuición y la espiritualidad».
Tras la Segunda Guerra Mundial comenzaron a nacer índigos, aumentó su número en los años setenta y se hizo un fenómeno más masivo en los años 80.
Puesto que bien, a esta altura muchos de los pequeños ya se instalaron en la vida adulta, la mayor parte sin siquiera saber si pertenecen a este conjunto y, por ende, sin llegar a comprenderse. Un tema que para ellos es clave.
“Su labor es admitirse, revalorizarse y hallar su particular misión en la vida, usando todos y cada uno de los talentos que tienen y de su elevado nivel de conciencia, para ser un real aporte a la evolución planetaria”, plantea la especialista, quien nos ayuda a esclarecer qué adultos se ajustan a estas peculiaridades, idealistas, perceptivos, rebeldes…
El adulto índigo se caracteriza por:
No encaja: El índigo es una persona altamente sensible, inteligente y creativa, goza haciendo cosas, tienen profunda empatía por otros, mas asimismo intolerancia frente a la estupidez; puede tener inconvenientes con el enfurezco y la ira.
Se siente diferente a la masa, no encaja, le cuesta amoldarse, es modelo para otros. Se resiste frente a la autoridad y el sistema laboral jerárquico, prefiere sacrificios cooperativos, situaciones de liderazgo o bien trabajar solo.
Ha tenido experiencias psíquicas: Nos referimos a profecías, ver ángeles o bien espectros, experiencias fuera del cuerpo, oír voces.
Al poder conectar con otras dimensiones, pueden ver el aura, percibir la energía de personas y lugares, soñar o bien saber cosas que van a ocurrir en el futuro, adivinar el pensamiento, tienen amigos imaginarios, ver elementales, ángeles, seres desencarnados, etc..
Ligados a lo espiritual: Busca el significado de su vida y entendimiento del planeta mediante religión o bien espiritualidad, conjuntos y libros de autoayuda.
Desean progresar el mundo:Siente un candente deseo de hacer algo para mudar y prosperar el planeta, mas puede tener inconvenientes para identificar su camino.
Tiene inconvenientes con los sistemas que considera ineficientes, como por poner un ejemplo, político, educativo, médico y legal.
En la infancia: Tiene una clara conciencia de sí, es muy perceptivo y también intuitivo, trae una sabiduría innata, desarrolla el pensamiento abstracto desde pequeño, es dotado y/o talentoso, soñador y soñador.
Creativo: Aprende de forma reflexiva y no repetitiva cosas distintas, mas cuando tiene suficiente conocimiento, los dejan por hastío.
No comulga con el sistema escolar actual, es rebelde a las reglas y estructuras, tiene contrariedades con la disciplina y la autoridad, no responden a mecanismos de culpa, desean buenas razones.
Hipersensible: Poseen una enorme sensibilidad por la naturaleza, y mucha conexión de tipo espiritual, seguramente se le diagnosticó como pequeño con síndrome de déficit atencional con y sin hiperactividad.
No a la mentira: Le disgusta la patraña y la falsedad, tienen un desarrollado sentido de justicia, son sanadores, hipersensibles visual, auditiva y kinésicamente, se conectan con la otra dimensión, pudiendo ser videntes o bien perciben una realidad que otros no ven.
Wendy Chapman, la especialista de Norteamérica autora de múltiples libros relativos al tema, aporta otros detalles, basándose en sus investigaciones.
Son inteligentes, si bien quizá no hayan tenido las mejores notas.
Siempre y en todo momento precisan saber por qué; singularmente, por qué razón se les pide que hagan algo.
Les enfadaba y tal vez aun detestaban una gran parte del trabajo repetitivo y obligatorio de la escuela.
Eran rebeldes en la escuela en lo que se refiere a que se negaban a hacer la labor y rechazaban la autoridad de maestros o bien deseaban verdaderamente sublevarse mas no se atrevían, normalmente debido a presión de los progenitores.
Posiblemente hayan experimentado depresión existencial temprana y sentimientos de impotencia.
Estos últimos pueden haber ido de tristeza a desesperación total.
Sentimientos suicidas a lo largo de la secundaria o bien ya antes no son infrecuentes en el índigo adulto.
Tienen contrariedades en trabajos dedicados al servicio.
Los índigos se resisten frente a la autoridad y el sistema laboral jerárquico.
Prefieren sacrificios cooperativos, situaciones de liderazgo o bien trabajar solos.
Pueden ser exageradamente sensibles en lo sensible, aun llorando frente al menor motivo (sin protección).
O bien pueden ser lo opuesto y no enseñar ninguna expresión de emoción (protección completa).
Sienten frustración o bien rechazo cara el tradicional “sueño americano” (trabajar ocho horas, matrimonio, dos con cinco hijos, casa con cerco blanco, etc.).
Tuvieron pocos o bien ningún modelo índigo a imitar.
Pueden ser sensibles a la electricidad: relojes no marchan o bien lámparas se apagan cuando pasean por debajo de ellas, equipos eléctricos marchan mal o bien se queman lámparas.
Son muy expresivos sexualmente o bien pueden rehusar la sexualidad por hastío o bien con la pretensión de conseguir una conexión espiritual más elevada. Pueden explorar tipos alternativos de sexualidad. Procuran el significado de sus vidas y entendimiento del planeta.
De qué forma vivir como un índigo En la mitad de un planeta que no los comprende y siendo criados por progenitores que no saben de qué forma tratarlos -que confunden su forma de ser con hiperactividad o bien inadaptación al sistema-, las potencialidades de los índigos se ven algo transgredidas.
“En general las peculiaridades se sostienen toda la vida, no obstante, las condiciones paranormales se marchan perdiendo por efectos de una educación muy racional o bien por el hecho de que la persona teme ser incomprendida o bien malinterpretada”, plantea Morales.
Tanto para los progenitores de un pequeño índigo para quienes lo son, merece la pena comprender que desde pequeños se les debe oír, valorar y respetar, jamás forzarlos a hacer cosas que no desean.
“Se deben negociar las reglas, ponerlos en institutos donde se les deje desarrollar su personalidad, facilitarles libros conforme a su área de interés, darles comestibles y bebidas naturales”.
En lugar de medicarlos para solventar “problemas” con ellos, como es común, hay que decantarse por medidas que se ajusten a su esencia.
“Responden fantásticamente a las terapias energéticas, a los antídotos naturales, la homeopatía y les hacen realmente bien los comestibles y bebidas naturales, sin aditivos químicos, colorantes y azúcares.
Se favorecen del contacto con la naturaleza y prácticas como el yoga, tai chi y les chifla el reiki”.
Hay un aspecto esencial “si un índigo halla el equilibrio, puede transformarse en un individuo realmente fuerte, sano y feliz”.
Niños Índigos y Cristal
Estos niños son seres de luz que vienen por amor a manifestar la luz y su misión para ayudarnos a evolucionar.
Seres casi ángeles en misión de paz, que abren su corazón para despojar a la humanidad del dolor y el olvido de sentirse alejados del padre.
Amor incondicional que desbordan para irradiar por el mismo universo.
Embajadores de una tierra que expresan sus ganas de vivir en paz, amor y unidad.
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