Embarazadas Y La Programación Espiritual
Muchas mujeres embarazadas sienten que el hijo es una prolongación de sí, ¡esto es falso! Es otra persona, diferente de sus progenitores, que desde el interior del cuerpo que lo cobija manifiesta su carácter, sus preferencias y sus necesidades.
Alcance una relación armónica con su bebé
A lo largo de 9 lunas no va a estar sola; van a ser 9 meses en los que va a ir tomando contacto, poco a poco, con el pequeño que lleva en su seno.

La Programación Espiritual Para Embarazadas
Conectarse con el espíritu de ese bebé, hablarle de las mil formas en las que el amor puede comunicar es la vía a fin de que o bien lleguen al planeta con la mejor energía posible.
Cuidar el cuerpo
Ante todo y como primera medida, toda mujer embazada precisa cuidar su nutrición para añadir todos y cada uno de los nutrientes precisos, con los que asimismo se nutrirá su hijo.
“En la pluralidad, está el gusto”, como afirma el dicho; por consiguiente, cuanto más variados sean los comestibles, tanto mejor.
Mas el énfasis habrá de estar puesto sobre las carnes, frutas y verduras, que brindan vitaminas y minerales esenciales.
Otro elemento indispensable son los lácteos, lo que no significa tomar solo leche, en tanto que yogur y quesos son fuentes de calcio, incluso más que la leche.
Se evitarán el alcohol, las bebidas estimulantes y las comidas de bastante difícil digestión.
Los tés de yerbas y frutas tienen efectos benéficos; puede usar: tilo, jazmín, rosa, mango y mezclas concretas.
El justo reposo
El segundo aspecto esencial es el reposo, el cuerpo va mudando y las hormonas hacen su trabajo; y brotan el cansancio, el agobio, el desasosiego.
Aparte de la preparación para el parto, hay 2 actividades muy recomendables: el yoga y la natación; los dos, lógicamente, dictados de por personal experto en embarazadas.
El yoga no es solo un conjunto de situaciones físicas; cada una de ellas afecta a los cuerpos no perceptibles.
Por eso, es la mejor “gimnasia” para las futuras madres embarazadas.
Además, puesto que el bebé está sumergido en líquido amniótico, si la madre vuelve al elemento principal que es el agua, conseguirá una mayor unión con su hijo.
Lo mejor es efectuar actividades acuáticas concebidas para embarazadas, mas el efecto de duchas y baños de inmersión asimismo es notable.
Atender el espíritu
Hay una persona en gestación: un cuerpo animado por un espíritu, el camino espiritual empieza desde el vientre materno y es la madre la que puede sentar las bases y guiar a ese ser que lleva dentro, ahorrándole penas y frustraciones.
Cuanto haga la madre, afecta a el hijo, de ahí que el trabajo espiritual a lo largo del embarazo es esencial para los dos, y habría de ser una labor diaria.
Un programa espiritual con actividades al día
El resto miembros de la familia deben cooperar, respetando las necesidades de la futura madre, hay ciertos instantes en que no va a estar libre para ellos, con lo que van a deber admitirlo y acompañarla.
Labores básicas para efectuar
a lo largo del día:
- Levantarse temprano y ventilar bien la casa; que entren el sol y el aire.
- Ducharse y vestirse con ropas de fibras naturales, holgadas y cómodas.
- Realizar quince minutos de yoga y acabar con una breve visualización relajante.
Por servirnos de un ejemplo, y su pequeño paseando bajo el sol, a la ribera del mar; o bien acostados a la sombra de un árbol.
- En lo posible, realice un retiro espiritual: 2 o bien 3 días en un sitio apacible, distanciado de sus obligaciones cada día, solo para 2.
- Por la tarde, ya antes del crepúsculo, dedicar un tiempo a la meditación, que habría de ser la actividad más esencial del día.
- Elija la esquina de su casa que más le guste, ponga música suave (lo mejor es música de flautas o bien otro instrumento de viento), perfume el entorno y prenda candelas.
El color va a depender de su intuición, que le señalará qué precisa, mas las de color blanco limpian el aura y dan paz; de ahí que, no deberían faltar.
- Comience relajando el cuerpo, parte por parte, y concéntrese en el pequeño.
Vacíe su psique de todo pensamiento y también intente establecer comunicación con él.
No pregunte, no haga nada: solo escuche, percíbalo.
Cada día, después de esta práctica, va a ver medrar el diálogo.
Si siente deseos de soltar una lagrima, no los refrene, deje que resbalen y, de nuevo, el agua va a ser un factor sanador.
Cuando lo considere, visualice a su bebé bañado en luz dorada, fúndase con él en un abrazo.
Vuelva a sus labores poco a poco, tómese el tiempo que le sea preciso. No se levante, sin ya antes despertarse bien.
La clave: comunicarse
En el seno materno, el bebé no está apartado, por contra, percibe los estados anímicos de la madre, como las agresiones y las gratificaciones que esta recibe y manifiesta.
Todas y cada una de las embarazadas acostumbran a acariciarse el vientre, charlar con su hijo, meditar cosas positivas, mas de los mejores medios es por medio de la música.
Con un tanto de atención, descubrirá cuál es la que le agrada.
Hay pequeños que prefieren la música tradicional y otros, que semejan “bailar” en la panza al oír un tango.
Cántele, no importa qué, lo esencial es que sean temas que la conmuevan, significativas para el.
El bebé lo va a recibir de forma positiva.
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